miércoles, 21 de septiembre de 2011

LIMÍCOLAS EN PASO

Un fin de semana a por espátulas (Platea leucorodia) pero no estaban. Bueno, así son los animales: imprevisibles y escurridizos. Pero aquí reside una parte importante del interés que tiene este juego del escondite que supone la fotografía de animales en libertad. Porque para tener seguridad de que estarán donde tu tienes previsto tienes que echar tiempo y ganas. Las ganas sobran pero el tiempo... ay el tiempo. El primer día o sea el sábado, nada de nada. Coloqué un tumbihide que aunque dicen que los animales no recelan tanto, pues no, en este caso recelaron pero que un montón y no entraba ni el más despistado de la banda del embalse. En fin, que para estar tirado, con unas posturitas que me río yo de las de yoga, decidí salir del escondite. Madrugón pa ná. Día perdido, lección aprendida a base de sueño y tiempo. Al día siguiente cambio de estrategia y todo cambió. Tampoco estaban las espátulas, esto ya era más que evidente, pero si andaban otras por allí. Pasé una mañana entretenida porque no paré de apretar el disparador aunque cuando se animaron, la luz buena ya había pasado (otro problemilla común en este tipo de fotografía). Pero todo se olvida si finalmente te llevas para casa alguna foto decentilla. No siempre lo consigues, además esto de decente o no, es tan relativo... Finalmente, cuando terminé la sesión me di cuenta de que tenía un dolor impresionante en el hombro izquierdo, porque para conseguir una perspectiva más baja, me tiré al suelo y, apoyando mi codo sobre un trozo de gomaespuma dura, pase varias horas hasta que el dolor dijo que allí estaba él. Al final hasta intervino la benemérita para interesarse por nuestra actividad fotográfica. Afortunadamente, no hubo problemas, no como en otros casos, así que levantamos los hides y nos fuimos con el carrete lleno de fotos. Estas de aquí son una selección de ese día.

Tarabilla común (Saxicola torquata)


Chorlitejo chico (Charadrius dubius)

)




Cigüeñuela (Himantopus himantopus)











Combatiente (Philomachus pugnax)




Archibebe claro (tringa nebularia)








Archibebe común (Tringa totanus)


Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

Grarceta común (Egretta garzetta)


martes, 13 de septiembre de 2011

El arrendajo

Es un tipo duro, podría decirse que el baranda del bebedero. Muy desconfiado y en cierto sentido el mantón del barrio. Cuando deja oír su grito como evidencia de su presencia, los demás huyen dejando expedito el camino para que el señor entre sin que nadie le moleste. La imagen de este córvido es una de las que más tiempo he esperado. Siempre tan esquivo, tan misterioso... con ese nombre tan sonoro, y ese color azul tan diferente a los demás azules que había visto. Este invierno, en le comedero, no quiso entrar y mira que estaba cerca, pero no, no lo veía claro. Sin embargo, en el bebedero entró inesperada e inopinadamente el primer día. Miró a ver qué era todo aquello que antes no estaba allí y decidió entrar a beber. Apenas cabía en el encuadre, dispare una, dos, tres, cuatro veces ante la mirada inquisitiva del chulo del barrio. Por las prisas, mo miré como estaba la configuración de la cámara pero ya era demasiado tarde porque desde el suelo voló para perderse y quizás no volver otro día.
El arrendajo (Garrulus glandarius), a pesar de su fama es una especie eslabón, creo que se llama así. Estas especies tienen una importancia básica en los ecosistemas puesto que de ellas depende en buena medida la existencia de otras muchas especies. En este caso, el arrendajo durante el otoño recolecta bellotas, piñones y otros frutos de los bosques en los que habita y las guarda en un agujero que excava en el suelo para los momentos más duros del invierno. De aquí viene su importancia ecológica ya que este ser aviar tiene una memoria relativamente olvidadiza y no todos los frutos que guarda luego los encuentra, así que de esta desmemoria nacen nuevas encinas, pinos o castaños, que a su vez darán cobijo y alimento a un montón de otros habitantes de los bosques. Así que cuando veas un arrendajo ya sabes tiene voz de macarra pero es un excelente jardinero del bosque, respétalo y hazlo respetar.



EF100-400mm f/4.5-5.6L IS USM
1/100, f/5,6, iso 1600










martes, 6 de septiembre de 2011

Visitantes del bebedero

Después de varios meses sin subir nada por fin tengo algo para subir. He invertido bastante tiempo en el bebedero que había estado preparando para reflejos pero finalmente tuvimos que abandonarlo. Estas que ahora subo son de un bebedero más o menos natural. Son imágenes de varios días en los que he ido probando con los flash pero tengo que reconocer que esto del flash es más difícil de lo que aparenta, así que de momento aprendido y algunas veces acertando y otras no. Espero que os gusten.