Buenas nuevamente a todxs.
Ahora que encontré tiempo voy a aprovechar para hacer una nueva entrada. Lo que son las cosas o tardo en subir o hago dos casi al mismo tiempo. Así soy y mis circunstancias. Bueno el caso es que con un buen grupo de amigos (José David, Diego, Dani, Jesús, Felipe, Juan Pablo y Victor) me fui a "hacer la cabra en Gredos", ya se entiende que no en sentido literal, aunque como se verá más adelante, algo el cabra también hicimos.
José David, se encargó de organizar todo y quedamos este grupo de ocho fotógrafos cerca de Talavera para subir a la plataforma de Gredos y desde allí buscar algún rebaño que nos diera las imágenes de un par de machotes dándose trompadas. El viaje hasta la plataforma perfecto y en el camino hicimos un par de paradas para agruparnos y conocernos antes de llegar al destino.
El día salió de lujo, aunque difícil desde el punto de vista fotográfico. Es decir había nevado durante la noche y se había creado una capa de nieve de entre diez y veinte centímetros. Una niebla que se desplazaba de manera caprichosa daba una luz blanca imposible de manejar por momentos. Después de acondicionarnos para adentrarnos en el frío y blanco paisaje comenzamos a subir en busca de algún rebaño.
No tardamos mucho en localizar a tres machos con una hembra. Allí descargamos nuestros primeros disparos fotográficos y de ese momento son las imágenes primeras, y casi únicas, porque después de seguirlos durante un cierto tiempo finalmente terminaron por alejarse para no volver a verlos. Para entonces, ya había transcurrido una buena parte de la mañana. Debatimos qué hacer y finalmente decidimos subir hasta el puerto de Candeleda para ver si había más suerte. En ese momento Victor, Juan Pablo y Felipe se quedaron por diferentes motivos. Continuamos hacía arriba José David, Dani, Diego, Jesús y yo. La subida no tenía a penas desnivel pero las condiciones climáticas hicieron bastante dura la subida y luego la vuelta: niebla, ventisca, nieve... y lo peor, no vimos ningún rebaño. Mereció la pena, sin embargo, al menos para mi, la vista del otro lado, hacia Candeleda, todo despejado, en contraste con lo que teníamos en la cara norte. De regreso, encima del parking de la plataforma nos reencontramos con Felipe, que se había quedado por allí y que había disfrutado junto con Juan Pablo y Víctor de la presencia de un rebaño, sin tener que moverse del sitio. Lo que son las cosas, en fin... pero así es la naturaleza, caprichosa e imprevisible. Aquí os dejo algunas fotos de ese día. Para los que quieran saber más de esta especie, el siguiente enlace será un buen punto de partida: CABRA MONTÉS